Allá atras de la montaña donde temprano se oculta el sol quedó mi ranchito triste y abandonada ya mi labor. Ahí me pasé los años ahí encontré mi primer amor y fueron los desengaños los que mataron ya mi ilusión. Ay corazón que te vas para nunca volver no me digas adiós no te despidas jamás si no quieres sabes de la ausencia el dolor. Malhaya los ojos negros que me embrujaron con su mirar si nunca me hubieran visto no fueran causa de mi penar. Ay corazón que te vas para nunca volver no me digas adiós vuelve a dejar el amor, al ranchito que fue de mi vida ilusión. Malhaya los ojos negros que me embrujaron con su mirar si nunca me hubieran visto no fueran causa de mi penar.